De cómo el narco se enfrenta al ejército con equipo mínimo.
De un tiempo a la fecha, me ha llamado mucho la atención cómo el narco no necesita de gran armamento para dejar en jaque al estado Mexicano.Olvidan armamento
(Nota tomada del periódico "Milenio")
Diez fusiles, un lanzagranadas y una pistolita bastan para poner a temblar a todo el aparato gubernamental y castrense. Tampoco hay que esperar mucho del ejército: Bien dijo alguna vez el ahora fallecido Martín Huerta que los helicópteros de alta seguridad se tiran hasta con piedras. Si una resortera y una piedra bastan para atentar contra todo el Estado Mexicano, imagínense lo que pueden hacer 10 fusiles, un lanzagranadas y una pistolita.
Esta pantomima digna de acto circense a la que han llamado "Operativo Antinarco" no hace más que demostrar la incapacidad de Calderón para tomar las riendas de un gobierno fracturado, el cual ha perdido credibilidad al no poder demostrar al pueblo la inexistencia de un fraude. En contraparte, el movimiento gestado alrededor de López Obrador comienza a organizarse desde la base misma del pueblo.
Desgraciadamente, considero que López Obrador aún no se ha portado a la altura del gran movimiento que el pueblo ha organizado en torno a él. Habrá que esperar.
Por lo pronto, a mí me queda claro que el puesto de Presidente le queda muy grande a Calderón, que ante su incapacidad para gobernar, recurre al mero populismo y a los actos de impacto mediático.
Si bastan diez fusiles, una pistolita y un lanzagranadas para poner a temblar al Estado Mexicano, imagínense lo que puede hacer la voluntad popular organizada.